En dicha reunión, hemos trasladado las problemáticas de las empresas del sector químico en Asturias, la necesidad de exigir a las empresas planes industriales solventes, con inversiones que los soporten; así como la idea de los beneficios de la implantación de la jornada laboral a 32 horas semanales.
Esta mañana hemos celebrado una reunión de responsables del sector químico de nuestro sindicato, con el consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández, donde han estado presentes delegados de las empresas más importantes, el responsable del sector químico del SOMA-FITAG-UGT, Javier Leiras, y el secretario general, José Luis Alperi Jove.
En dicha reunión, desde nuestra organización sindical hemos trasladado las problemáticas, tanto comunes, como las especificas o particulares de las distintas empresas, así como nuestra visión de futuro de un sector que, en Asturias, da empleo estable y de calidad a casi 2.000 trabajadores, en algo más de 50 empresas, con una actividad netamente exportadora, que genera productos de un alto valor añadido y que es un referente por la alta cualificación y especialización laboral de sus trabajadores y trabajadoras.
En este momento, y a modo de síntesis, podemos decir que existe una problemática común, como es el estancamiento de la negociación de los convenios colectivos, paralizados en su mayoría, al negarse la patronal a establecer mediadas que amortigüen la perdida de poder adquisitivo de los trabajadores, tras un periodo en el que las empresas han tenido unos importantes beneficios industriales.
Así mismo, entendemos indispensable que se presenten planes industriales específicos, que desarrollen y temporalicen inversiones encaminados a garantizar la viabilidad futura de las empresas de este sector. Un sector que, en palabras del presidente de su patronal, debe abordar un “intenso periodo innovador para hacer frente a los retos que plantea el mundo actual”. Para el SOMA-FITAG-UGT, este desafío es imposible abordarlo con éxito sin la participación de los trabajadores, y así lo hemos explicado.
Situaciones coyunturales como el precio de las materias primas, o la problemática energética, se deben superar mediante el dialogo social, y desde nuestra organización tenemos toda la disposición y voluntad de diálogo y la negociación, pero enfrente debe haber planes industriales solventes, con inversiones que los soporten. Si en todos los lugares es posible, en Asturias debe serlo también.
La normativa medioambiental asturiana, una de las mas exigentes, por no decir la mas exigente, ha formado parte también de los temas tratados en la reunión. No debemos caer en la demagogia ni en el alarmismo. El sector industrial tiene arraigo y aceptación en Asturias y, como tal, el sector químico es un ejemplo de compromiso medioambiental claro, y de cumplimiento de la normativa existente, como no puede ser de otra manera. Ahora bien, a partir de ahí, defenderemos la actividad frente a movimientos claramente interesados y dirigidos cuyas reivindicaciones vayan mas allá de exigir el estricto cumplimiento de la normativa medioambiental existente.
Jornada laboral de 32 horas semanales.
En la reunión, también hemos trasladado al consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, la propuesta del SOMA-FITAG-UGT sobre la reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales; planteamiento que hereda la tradición de las principales reivindicaciones sindicales, de lograr la máxima de trabajar menos horas para vivir mejor, y trabajar menos para trabajar todos y todas; y que tuvo un ejemplo claro en DuPont Asturias, donde ya hemos hecho esta propuesta, sin obtener receptividad por parte de la empresa
Este sindicato realizo un año antes de la pandemia una propuesta para que los trabajadores de la empresa Dupont pudiesen realizar parte de su jornada laboral mediante el teletrabajo, se nos tildo de locos, la pandemia demostró que era mas que viable y hoy en día es una realidad en muchas empresas.
Desde el SOMA-FITAG-UGT planteamos la necesidad de que Asturias de un paso adelante, como ya lo ha hecho alguna comunidad autónoma, encaminado a romper el estancamiento experimentado en los últimos tiempos. Se hace necesaria, por ello, una propuesta de reducción de la jornada laboral sin disminución salarial, que debería ser abordada a través del Diálogo Social y la Negociación Colectiva, aunque implique, a su vez, cambios en la legislación nacional.
Un factor fundamental que completa y da sentido a nuestra reivindicación es la exigencia de que la reducción de jornada ha de producirse sin rebaja salarial, ya que está demostrado que la economía crece con el poder de compra de las familias, y no con los beneficios empresariales. La creación de puestos de trabajo, fruto de la reducción de jornada y el sostenimiento de la capacidad adquisitiva ayudarían a fortalecer el consumo interno y activar las inversiones en nuestro país.
Para el SOMA-FITAG-UGT, los efectos positivos de la reducción de jornada abarcan a diversos y muy distintos ámbitos como son la salud mental de los empleados, la reducción del consumo energético y emisiones, el aumento de la productividad, la motivación de los trabajadores, la reducción de la brecha laboral entre géneros, la mejora de las cifras de absentismo, un mayor rendimiento en las horas trabajadas, una mayor identificación de los empleados con la empresa, así como una menor rotación, y una mayor captación del talento.
Todos estos beneficios están ampliamente contrastados en múltiples estudios de entidades y profesionales de reconocido prestigio, a nivel nacional e internacional, así como en todas las empresas y países que han implementado dicha medida. Por señalar un caso cercano y reciente, la Comunidad Valenciana, lo ha puesto en marcha en sectores con mayores posibilidades para incorporar innovación y tecnología en sus procesos productivos, como es el caso del sector químico; e incluso ha impulsado unas ayudas de 5.500 euros por trabajador, a las empresas que implanten la jornada laboral de 32 horas semanales y mantengan salarios.
En resumen, después de más de 100 años con una jornada de 8 horas, creemos que va siendo hora de avanzar en este ámbito, y conseguir que Asturias sea pionera a la hora de reducir la jornada laboral, ya que es una ventaja competitiva y de ahorro para la compañía y es una apuesta a una mejor calidad de vida y de conciliación para los trabajadores, una apuesta para que las empresas se conviertan en ejemplo y es una apuesta del SOMA-FITAG-UGT para sectores industriales capaces de implementarla.