Desde el SOMA-FITAG-UGT respondemos a la Consulta Pública Previa del MITECO sobre Plan de Restauración Ambiental para Zonas Afectadas por el Cierre de Instalaciones de Carbón

El Plan de Restauración Ambiental para Zonas Afectadas por el Cierre de Instalaciones de Carbón, debe permitir identificar con mayor urgencia los proyectos a realizar, su prioridad y agilizar la contratación de excedentes mineros y la generación de empleo local.

El Plan de Restauración Ambiental para Zonas Afectadas por el Cierre de Instalaciones de Carbón, incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, debe permitir identificar con mayor urgencia los proyectos a realizar, su prioridad y agilizar la contratación de excedentes mineros y la generación de empleo local. Así mismo, que se haya dotado de una financiación de 150 millones de euros, permitirá su puesta en marcha rápidamente, y mitigar el impacto en el empleo a corto plazo, en unas zonas muy castigadas por la pedida de empleo.

Para el SOMA-FITAG-UGT se debería dar un paso más, y elaborar un nuevo instrumento ligado a dicho Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia europeo que simplifique los procedimientos administrativos a todos los niveles, principalmente de comunidad autónoma y ayuntamientos; y salvaguardar y permitir “parcelar” las actuaciones de Restauración Medioambiental evitando así retrasos indeseados.

Para nosotros resulta primordial abordar Restauraciones Medioambientales de calidad que aporten valor añadido y que permitan un aprovechamiento industrial, energético, agrícola, ganadero o forestal; sin olvidar el posible uso turístico, deportivo o de aprovechamiento y conservación del patrimonio industrial, siempre pensando en la generación de actividad.

El prisma con que se deberían abordar estas actuaciones, debe ser la idea de generar beneficios para la reactivación económica y ayudar a vencer escepticismos, ya que un paisaje lleno de ruinas industriales y zonas degradados no facilitan la llegada de inversiones, y sólo añaden desánimo y pesimismo.

Así mismo no podemos dejar de señalar que, la principal dificultad está en la situación económica y laboral de las empresas mineras.  Una gran mayoría de estas empresas están en concurso de acreedores, y en procesos de liquidación y disolución, por lo que las Comunidades Autónomas van a tener que asumir subsidiariamente la restauración de los espacios mineros; e intrínsecamente relacionado, tampoco se pueden utilizar, o no son suficientes, las garantías económicas constituidas por las empresas mineras, cuyo fin era asegurar las obligaciones derivadas de las autorizaciones de los planes de restauración en lo que respecta a la explotación y a las instalaciones de preparación, concentración y beneficio de los recursos minerales y del cumplimiento de las condiciones impuestas.

Así pues, esperamos que la nueva regulación establezca los criterios y requisitos para la concesión directa de las ayudas a las Comunidades Autónomas, donde se encuentren situadas en zonas degradadas y espacios afectados por el cierre de minas, agilizando y dotando de mayor efectividad a la gestión de estas actuaciones.

Desde el SOMA-FITAG-UGT, no podemos dejar de revindicar que este Plan de Restauración Ambiental para Zonas Afectadas por el Cierre de Instalaciones de Carbón, sirva también para que HUNOSA se consolide como operador de restauración medioambiental de terrenos afectados por la actividad minera en el Principado de Asturias, una vez constituida como medio propio, y poder dar empleo a los excedentes de la minería, tal y como está pactado en el Acuerdo Marco para una Transición Justa de la Minería del Carbón.

Finalmente, con el objetivo de crear nuevas oportunidades de negocio, puestos de trabajo, investigación y proyectos, dentro del ámbito energético y medioambiental, aprovechando el Plan de Restauración Ambiental para Zonas Afectadas por el Cierre de Instalaciones de Carbón, debe abordarse la creación de un “biopolo forestal”, que permita acoplar los intereses y necesidades que puedan tener empresas, centros de investigación y propietarios forestales, para contribuir a una garantía de suministro de biomasa autóctona de alto valor añadido, una de las líneas prioritarias de la Unión Europea, además de maximizar la sostenibilidad medioambiental, y posibilitar la generación de empleo.