Desde la sección sindical del SOMA-FITAG-UGT en DuPont, denunciamos el despido de una trabajadora justo 27 días de haberse cumplido el año posterior a su maternidad, año que, como todo el mundo sabe, la maternidad está protegida por Ley.

A mayor abundamiento, en este caso, el bebe necesitó, en sus primeros meses de vida, intensa atención médica, con múltiples intervenciones quirúrgicas, que, evidentemente tuvo consecuencias emocionales en la madre y trabajadora, que necesitó de varios permisos laborales y vacaciones para poder atender a su hijo, y que no recibió ni una muestra de empatía por parte de la empresa.

En el ámbito laboral, tenemos que denunciar que, la empresa, comenzó a realizar valoraciones negativas de la trabajadora.  Esta trabajadora, había sido contratada en diciembre de 2018 para llevar una cartera de clientes de Turquía, y que había pasado el periodo de prueba de 6 meses estipulado en el convenio sin ningún tipo de objeción.  A mayores, tras quedarse embarazada en mayo de 2019, y ver condicionado su trabajo por la pandemia, esta trabajadora consiguió autoformarse y llevar la cartera de clientes sin ningún problema, llegando a ser la persona encargada de la formación de su Backup.

Sin embargo, cuando regresó tras el nacimiento de su hijo en febrero de 2020, le cambian drásticamente su cartera a clientes turcos a otros clientes, con el consecuente agravante del idioma ya que ella había sido contratada específicamente por su conocimiento nativo del turco, y había desarrollado su trabajo con notorio éxito, y no le facilitan en ningún momento la conciliación que necesitaba para atender los problemas médicos que afectan a su hijo, y que requieren de muchas consultas y operaciones médicas, hasta que llegamos a marzo  de este año y le comunican su despido, en un nuevo acto de hipocresía.

En definitiva, desde la La Sección Sindical del SOMA-FITAG-UGT en DuPont, queremos denunciar una vez más el comportamiento inhumano de esta empresa, ante una situación que cualquiera pude padecer. Seguimos denunciando que, una empresa como DuPont, que se muestra como ejemplo en Asturias, no puede atacar de esta manera la protección por maternidad, no puede seguir conculcando los derechos de los trabajadores, y, lo más importante, no puede cercenar de esta forma tan cruel, el proyecto vital de una familia, de una madre, cuyo “único mal”, ha sido tener un hijo con problemas a su nacimiento, mientras trabajaba en DuPont.

El próximo 27 de septiembre se celebrará el juicio y hay prevista una concentración de protesta ante los juzgados de Gijón